lunes, 16 de marzo de 2009

EL QUESO


De noche, el zorro encuentra al ratón tomando agüita a la orilla de la laguna y nuevamente lo quiere devorar. El ratón le dice: "¡Conforme! Pero ayúdame primero a sacar el queso que se me cayó al agua". Es la luna que se refleja en el agua, pero el zorro le cree y comienza a tomar el agua de la laguna hasta que revienta y muere.Al final de este último cuento, donde el zorro revienta, es un elemento mitológico muy antiguo que aparece también en otras cosmogonías y que trataremos más abajo. Que el campesino sospeche que su esposa mantiene relaciones sexuales con el zorro no significa exceso de celos del hombre. Con razón reacciona así porque debía saber qué papel juega el zorro en los cuentos sobre sus fechorías con mujeres.

Constantemente el zorro busca enamorarlas pero sus amores están todos destinados a fracasar y le acarrean solamente vergüenza y daño personal. No puede ser diferente cuando sabemos que el zorro pertenece a otro mundo que es en todo distinto del akapacha y del ayllu. Su mundo es el sa11qa, el mundo silvestre y salvaje, que por definición es incompatible con el mundo cultural del ayllu. Es necesario defender estrictamente los deslindes que distinguen y separan el mundo silvestre del mundo humano, y que separan el akapacha del manqhapacha.

En sus intentos de penetrar en el mundo humano, el zorro trata de meterse en lo más sagrado del aymara, la fuente de su vida: la chacra, el ganado, la casa, la cocina, la cama matrimonial, la matriz de la mujer. En breve: la moraleja es que el zorro, figura nocturna, figura del sallqa y del manqhapacha, es una constante amenaza para el orden existencial y del ayllu humano Dr. J.J.M.M. Van Kessel// 16/03/09



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